El azúcar integral de caña, en su elaboración no ha sufrido ninguna o casi ninguna transformación, por lo que podemos catalogarlo como azúcar no refinado, conservando así, casi en su totalidad las vitaminas y minerales naturales naturales de la caña de azúcar. Conserva su color natural y su aroma intenso. El poder endulzante con respecto al azúcar blanco es menor.