La pimienta blanca es el resultado de madurar el fruto hasta que toma un color rojizo, se deja en remojo y se retira la capa externa.
Se trata de la variedad más picante de las tres (blanca, verde y negra). Realza el sabor de la comida sin cambiar su color, como sí lo hace la pimienta negra. Se suele usar en salsas como la bechamel, mayonesas caseras y cremas.